El diseño de una oferta lúdica y cultural paralela muy interesante y el buen tiempo convierten la Velá de la Cruz de 2017 en una noche con una gran afluencia de público en las calles del municipio y en torno a estos doce monumentos efímeros.

El diseño de una oferta lúdica y cultural paralela muy interesante y el buen tiempo convierten la Velá de la Cruz de 2017 en una noche con una gran afluencia de público en las calles del municipio y en torno a estos doce monumentos efímeros.
 
La cruz de San Pedro 4 alcanza el primer premio en la categoría de cruces interiores y la de la plaza de San Pedro ha sido la premiada en la categoría de exteriores, por lo que esta última repite el galardón por tercera vez consecutiva. La clasificación, como ocurre cada año y dado el peculiar sistema de votación, ha estado muy apretada entre las primeras de cada grupo.
 
Miles de personas han disfrutado de la Velá de la Cruz de Añora el pasado sábado. Grupos de personas llegados de distintos puntos de la comarca de Los Pedroches, de la provincia e incluso de las provincias limítrofes vivieron la experiencia de las Cruces de Añora, una fiesta que está declarada de interés turístico. Este año han sido 12 las cruces que se han vestido, siete exteriores y cinco interiores, y el nivel, según expresan desde el Ayuntamiento y desde el colectivo de cruceras y cruceros, ha sido muy elevado. La llegada de personas se intensificó a partir de las 20:00 horas del sábado, cuando casi todas las cruces, tanto exteriores como interiores estaban prácticamente completadas. Algunas cruces, incluso, estaban ya expuestas al público a las 18:00 como es el caso de la interior de la calle San Pedro, que ha resultado ganadora del concurso.
 
A las 22:00 comenzaron las actuaciones del grupo de Teatro de Los Mejía, que contaron con lleno en cada una de sus cuatro representaciones, todas relacionadas con la historia y el patrimonio cultural de Los Pedroches. De hecho, en sus cuatro obras hablaron de episodios de la historia de Añora como la relacionada con el Tesoro de Los Almadenes o la teatralización de la obra La niña de Urraca Bermejo, en referencia a las leyendas que existen en Añora sobre los pelirrojos. La Tuna jarota animó las calles con canciones típicas y con popurrís y jotas y en las cruces se  degustaron todo tipo de repostería típica vinculada a la cruz: turrones, hojuelas y roscos de los tres pesos. Pasada la madrugada, comenzó la degustación de chocolate y a esa hora Añora aparecía repleta de personas disfrutando de una tradición cuyos primeros datos fidedignos se remontan al siglo XVIII.
 
A las 05:30 se produjo el fallo del jurado, en el que tiene un peso muy importante la votación que realizan las propias cruceras de los monumentos que se exponen durante la fiesta. Aparte, un jurado independiente aporta su veredicto como parte del dictado final.   
 
El alcalde de Añora, Bartolomé Madrid, ha felicitado a todas aquellas personas que hacen posible este milagro que es la Fiesta de la Cruz de Añora y ha señalado que ha sido una gran Velá en cuanto a asistencia de público, que ha catalogado como una de las más importantes de los últimos años, y a calidad de las cruces que han participado en el concurso. La incorporación de personas jóvenes se ha hecho muy palpable este año en las cruces y “eso nos garantiza un futuro muy esperanzador”, afirma el alcalde.